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"A base de agua = débil." "No es compatible con la metalistería real." "El brillo se desvanece más rápido."

Vamos a desmentir estos mitos con hechos a escala real:

Mito 1: “Los metales a base de agua carecen de durabilidad”

• Realidad: BMW usa pinturas metálicas a base de agua en las pinzas de freno. ¿Por qué?
• Resinas avanzadas: Los híbridos de acrílico y poliuretano forman enlaces moleculares con el metal, resistiendo el astillado mejor que las alternativas a los solventes (según las pruebas de abrasión GME 60260).

Estabilidad UV: Las escamas de nanoaluminio reflejan la luz sin oxidarse, manteniendo la reflectividad 4 veces más tiempo (estudios de exposición en Florida).

Mito 2: “La solicitud es una pesadilla”

1. Realidad: Con una preparación adecuada de la superficie:
2. Limpieza: Desengrasar con lavado alcalino (¡NO ácidos!)
3. Grabado: utilice recubrimientos de conversión a base de circonio (sin cromato)

Pulverización: pistolas HVLP a 40-60 PSI (igual que los solventes)

Consejo profesional: agregue éteres de glicol entre un 5 y un 10 % en condiciones de humedad para evitar el enrojecimiento.

Mito 3: “Las opciones de color son limitadas”

Realidad: Desde dispositivos médicos de oro rosa hasta brazos robóticos de color gris plomo, los laboratorios de pigmentos digitales crean cualquier efecto metálico. ¡La marca de yates de lujo Sunseeker incluso iguala el pan de oro de 24k!