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Las grietas en el hormigón no solo son desagradables a la vista, sino que son un asesino silencioso. La infiltración de agua erosiona las varillas de refuerzo, debilita los cimientos y favorece la aparición de moho, lo que compromete la seguridad de su propiedad. Las inyecciones de epoxi tradicionales son rígidas y tienen dificultades con las grietas dinámicas.
La lechada de poliuretano soluble en agua funciona donde otras fallan. Su baja viscosidad le permite filtrarse en fisuras finas de hasta 0,1 mm. Una vez inyectada, reacciona con el agua para formar un sello duradero, similar al caucho, que se mueve con la estructura. Ideal para:
Problemas del usuario abordados:
Un contratista compartió recientemente: «Sellamos una grieta de túnel de 20 metros de largo en 3 horas. El cliente ahorró $15,000 en comparación con la demolición».